Historia

La Organización Internacional del Café fue establecida en 1963, a raíz de la entrada en vigor en 1962, del primer Convenio Internacional del Café por un período de cinco años, y viene funcionando desde entonces al amparo de sucesivos Convenios. Fueron éstos el Convenio Internacional del Café de 1968 y sus dos prórrogas, el Convenio Internacional del Café de 1976 con una prórroga, el Convenio Internacional del Café de 1983 y sus cuatro prórrogas, el Convenio Internacional del Café de 1994 con una prórroga, y el Convenio Internacional del Café de 2001 con cuatro prórrogas. El Acuerdo más reciente, que es el de 2007, fue aprobado por el Consejo en septiembre de 2007 y entró en vigor definitivamente el 2 de febrero de 2011.

Los Convenios Internacionales del Café de 1962 y 1968

Tras una serie de convenios a corto plazo entre países productores, se creó un Grupo de Estudio del Café, encargado de considerar la negociación de un Convenio en el que participasen tanto los países exportadores como los importadores. Las tareas del Grupo de Estudio tuvieron por feliz conclusión la negociación, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, del Convenio Internacional del Café de 1962. Un segundo Convenio, de cinco años de vigencia, fue negociado en 1968.  En uno y otro de los citados Convenios figuraban estipulaciones en las que se establecía un sistema de cuotas en virtud del cual se retiraban del mercado las cantidades de café que representaban un exceso de la oferta con respecto a la demanda de los consumidores.  Otras disposiciones sirvieron para iniciar políticas de producción y diversificación para limitar la oferta de café, emprendiéndose asimismo actividades de promoción para aumentar el consumo.  

Contribuyeron esos dos Convenios a la relativa estabilidad de los precios durante los años de 1963 a 1972, y al logro de un mejor equilibrio entre la producción y el consumo.  Igualmente contribuyeron de manera apreciable al fortalecimiento de las economías de los países productores de café y al desarrollo del comercio y la cooperación internacionales.

El alza de precios resultante de las alteraciones de la configuración de la oferta y la demanda provocó la crisis del sistema de cuotas en 1973 y el Convenio de 1968 fue objeto de prórroga, pero desprovisto de todas sus disposiciones de carácter económico.  La Organización siguió funcionando como centro de recopilación y difusión de información acerca del café y como foro para la negociación de un nuevo Convenio.  

El Convenio Internacional del Café de 1976  

El Convenio Internacional del Café de 1976 fue negociado en 1975, contra el telón de fondo de una situación radicalmente diferente de la que reinaba en el mercado durante las negociaciones de los Convenios de 1962 y 1968, fechas en las que el exceso de la oferta con respecto a la demanda de los consumidores ejercía presión en sentido descendente sobre los precios.  En 1975, y debido primordialmente a las graves heladas que aquejaron al Brasil, principal país productor, se plantearon dudas en cuanto a la capacidad de la oferta para satisfacer la demanda en el futuro inmediato, con el consiguiente y acusado aumento de los precios.  Consideraciones de ese orden hicieron que los Miembros, al negociar el Convenio de 1976 no se limitaran a conservar muchas de las estipulaciones cuya eficacia había quedado demostrada durante la vigencia de los anteriores sino que concertasen además otras, encaminadas a fortalecer y mejorar el funcionamiento de la Organización.  

Una de las principales novedades del Convenio de 1976 consistió en estipular la suspensión de cuotas en caso de alza excesiva de los precios y su restablecimiento en caso de baja excesiva.  En virtud de ese sistema se implantó el régimen de cuotas en 1980.  La experiencia del Convenio de 1976 proporcionó una sólida base para la negociación del cuarto Convenio, que entró en vigor en 1983.  

El Convenio Internacional del Café de 1983  

Las principales características económicas del Convenio de 1983 fueron las siguientes: 

  • podía entrar en funcionamiento, si era necesario, un sistema de cuotas de exportación encaminado a asegurar la estabilidad de los precios dentro de márgenes establecidos cada año por los Miembros exportadores e importadores en las sesiones del Consejo Internacional del Café;
  • se suspendían las cuotas si los precios subían por encima de determinados niveles, y se restablecían si más adelante descendían los precios;
  • el sistema de cuotas funcionaba de manera tal que se tenían en cuenta para la fijación de las respectivas cuotas las exportaciones realizadas en el pasado y las existencias de café almacenadas en los países Miembros exportadores;
  • servía de apoyo al sistema de cuotas de exportación un sistema de control obligatorio.  Todas y cada una de las exportaciones de los países Miembros iban amparadas por un certificado de origen.  Los Miembros importadores no admitían café procedente de países Miembros a menos que fuese acompañado del correspondiente certificado validado con estampillas de exportación de café emitidas por la Organización.  Cuando las cuotas se encontraban en vigor, estaban sujetas a un tope cuantitativo las importa­ciones procedentes de países no miembros que podían efectuar los Miembros importadores y eran objeto de estricta vigilancia las exportaciones a países no miembros;
  • se sometían a verificación anual las existencias de arrastre de café de cada uno de los países Miembros exportadores, lo cual llevaba consigo el cómputo físico de las existencias almacenadas en centenares de bodegas en los distintos países productores.  Esa verificación se llevaba a cabo al final del respectivo año de cosecha de cada país;
  • el Consejo había de coordinar las políticas de producción nacionales con miras a lograr un razonable equilibrio entre la oferta y la demanda mundiales;  y
  • existía un Fondo, financiado por los Miembros exportadores, destinado a la promoción del consumo.  Se llevaban a cabo campañas de promoción en los principales países importadores, en cooperación con el comercio, y se utilizaban los recursos del Fondo para financiar investigaciones y estudios relativos al consumo del café, especialmente en los Estados Unidos de América y en Europa.  El Fondo de Promoción financiaba Centros del Café, así como también estudios científicos y programas de capacitación encaminados a mejorar la calidad del café y su imagen en general.  Las aportaciones de los Miembros exportadores al Fondo en el curso de los 20 años durante los que éste financió actividades de promoción, se cifran en US$100 millones aproximadamente.

Al igual que en todos los anteriores Convenios, la Organización recopilaba y difundía datos acerca de todas las cuestiones relativas al café, con miras a facilitar la rápida puesta en práctica de los artículos de carácter económico del Convenio y la corrección de los desequilibrios que pudieran presentarse.  Actuaba también la Organización como centro de estudios e investigaciones económicas de la producción, distribución y consumo del café.  La información estadística obtenida de los Miembros y la resultante del funcionamiento del sistema de control fue informatizada, con miras a lograr la mayor rapidez de acceso y análisis.  Se creó una base de datos, llamada COFFEELINE, que facilita al público un servicio de información sobre muy variados aspectos del café.  

Las cuotas y el sistema de control estuvieron vigentes, en virtud del Convenio de 1983, hasta febrero de 1986, habiendo sido entonces suspendidas al rebasar los precios del mercado el nivel fijado para ese efecto.  De conformidad con las disposiciones del Convenio, la Organización siguió desarrollando todas las actividades que son de su incumbencia cuando no están vigentes las cuotas (y no, por consiguiente, las relativas a cuotas y medidas de control).  En diciembre de 1986, el descenso de los precios del mercado rebasó el punto fijado para el restablecimiento de los sistemas de cuotas y control.  Tras prolongadas negociaciones, tanto el sistema de cuotas como el de control fueron resta­blecidos el 6 de octubre de 1987 y siguieron en vigor hasta el 4 de julio de 1989.  En esta última fecha el Consejo reconoció que no le sería posible negociar un nuevo Convenio en tiempo hábil para que entrase en vigor el 1 de octubre de 1989, es decir al terminar el Convenio de 1983, y decidió, por consiguiente, recomendar a los Gobiernos que fuera prorrogado por dos años, esto es del 1 de octubre de 1989 al 30 de septiembre de 1991, el Convenio de 1983, con suspensión de sus disposiciones sobre cuotas y medidas de control.  Se interrumpió también la verificación de existencias y quedaron sin efecto las disposi­ciones relativas a política de producción.  Se decidió, además, poner fin a las actividades del Fondo de Promoción.  

Los Miembros aceptaron la recomendación del Consejo y quedó así prorrogado el Convenio de 1983.  La prórroga tenía por objeto dar tiempo para proceder a la negociación de un nuevo Convenio.  A lo largo del primer año de vigencia de la prórroga del Convenio los Miembros siguieron formulando ideas encaminadas a resolver los problemas con que había tropezado la aplicación del Convenio de 1983.  Se iniciaron negociaciones con miras a un nuevo Convenio, pero, a pesar de las declaraciones de voluntad política y espíritu constructivo de los Miembros, no se llegó a conclusión alguna.  En vista de ello, fue prorrogado el Convenio por un año más, hasta el 30 de septiembre de 1992, con el fin de disponer de más tiempo para que continuasen las consultas entre los Miembros para determinar el marco de un nuevo Convenio Internacional del Café. 

El proceso de negociación de un nuevo Convenio ganó renovado ímpetu con el descenso de los precios hasta niveles sin precedentes que caracterizó a los años cafeteros de 1990/91 y 1991/92, y el Consejo acordó prorrogar una vez más el Convenio hasta el 30 de septiembre de 1993.  Decidió al mismo tiempo el Consejo crear un Grupo de Trabajo, al que encargó que llevase a cabo un amplio examen de todas las propuestas e ideas que se formulasen por lo que se refiere a una futura cooperación en cuestiones cafeteras.  Ello condujo a la creación de un Grupo de Negociación que recibió el mandato de negociar un nuevo Convenio que habría de estar basado en un sistema de cuota de exportación universal.  Tras amplias y prolongadas negociaciones resultó imposible, sin embargo, llegar a una conclusión satisfactoria dentro del plazo fijado al efecto, que expiró el 31 de marzo de 1993.  El Consejo resolvió, por consiguiente, en junio de 1993, prorrogar el Convenio hasta el 30 de septiembre de 1994 con la finalidad de mantener la Organización como foro de cooperación internacional en cuestiones cafeteras y disponer de tiempo para negociar un nuevo Convenio.  La atención de los Miembros se concentró, en esta ocasión, en negociar un Convenio que no aspirase a regular los precios del café.  Sus actividades desembocaron, con éxito, en la negociación del Convenio Internacional del Café de 1994, que entró en vigor el 1 de octubre de 1994.

Convenio Internacional del Café de 1994  

A tenor de las disposiciones del Convenio de 1994, la Organización concentra sus actividades en las siguientes esferas: 

  • proporcionar un foro para el debate al más alto nivel de cuestiones que afectan a la economía cafetera mundial;
  • contribuir a la transparencia del mercado mediante la recopilación y difusión de información objetiva acerca del mercado cafetero mundial;
  • desempeñar las funciones de Organismo Internacional de Producto Básico (OIPB) designado, por lo que respecta al café, en cuanto a la presentación y seguimiento de proyectos de desarrollo cafetero que puedan recibir financiación en condiciones ventajosas del Fondo Común para los Productos Básicos (FCPB);
  • establecer un programa de estudios acerca de cuestiones de interés para la prosperidad del sector cafetero mundial, tales como los sistemas de comercialización y el fomento del consumo;
  • alentar actividades y medidas que fomenten la gestión sostenible de los recursos cafeteros y de la elaboración del producto;
  • organizar seminarios sobre cuestiones de interés y actualidad relativas al café; y
  • propiciar el intercambio de información y opiniones entre los Gobiernos de los países Miembros y los representantes del sector privado mediante reuniones periódicas de grupos de expertos en materias tales como las relativas a los mercados del café y a las investigaciones acerca de los aspectos médicos del café.

Entre 1995 y 2000 fueron aprobados seis importantes proyectos por valor de más de US$50 millones.  La financiación provino principalmente del FCPB, pero se consiguió también cofinanciación significativa de otros organismos tales como la Unión Europea y donantes bilaterales.  Entre las esferas abarcadas figuran la mejora de la calidad, el control de las plagas y la mejora de las estructuras de mercado.  Se llevaron a cabo estudios relacionados con la determinación y la volatilidad de los precios, el café orgánico y la creación de una red mundial de investigaciones sobre el café.  Se celebraron seminarios sobre el café en relación con sus efectos en el medio ambiente, y se ha creado una nueva entidad, el Coffee Industry and Trade Associations Forum (CITAF), que servirá para que el sector privado exprese sus opiniones, haciendo posible que los representantes de las asociaciones del sector en los países productores y consumidores se ocupen conjuntamente de las cuestiones de intereses para ambos grupos de países.  

La Organización utilizó el remanente de los recursos del Fondo de Promoción, establecido a tenor de los Convenios de 1976 y 1983, para emprender un programa de promoción en los nuevos mercados, concretamente China y Rusia, en los que se ha averiguado que existe considerable potencial de aumento del consumo.  La promoción genérica de la OIC fue sólo uno de los varios factores que influyeron en el consumo, pero en los dos países se tuvo la impresión de que había sido beneficiosa.  Entre las actividades realizadas destacaron un concierto de alto perfil de Vanessa Mae, la difusión de material educativo en el que figuró un nuevo folleto de la “Historia del café”, la creación de festivales anuales del café, y un programa de sesiones para los medios informativos con el objeto de educar a los periodistas acerca de los beneficios que reporta el café.  

En julio de 1999 el Consejo Internacional del Café aprobó la Resolución Número 384 en virtud de la cual se prorrogaba por dos años, a partir del 1 de octubre de 1999, el Convenio de 1994.  Además, fue establecido un Grupo de Negociación, presidido por el Sr. Arnoldo López Echandi, de Costa Rica, para redactar el texto de un nuevo Convenio antes del 30 de septiembre de 2000.

Convenio Internacional del Café de 2001

El Consejo adoptó oficialmente el texto del Convenio de 2001 mediante la Resolución Número 393 de 27 de septiembre de 2000. Quedó abierto para la firma en las Naciones Unidas en noviembre de 2000 y entró en vigor provisionalmente el 1 de octubre de 2001, y definitivamente el 17 de mayo de 2005. El Convenio de 2001 fue prorrogado por un año más en cuatro ocasiones. En el Convenio de 2001 figuraban varios nuevos objetivos:

  • alentar a los Miembros a practicar una economía cafetera sostenible;
  • fomentar el consumo del café;
  • fomentar la calidad del café;
  • proporcionar un foro para el sector privado;
  • fomentar programas de capacitación e información encaminados a coadyuvar a la transferencia de tecnología pertinente a los países Miembros; y
  • analizar y asesorar la elaboración de proyectos beneficiosos para la economía cafetera mundial.

En un nuevo Artículo sobre nivel de vida y condiciones de trabajo se alentó a los Miembros a que otorgasen la debida consideración a la mejora del nivel de vida y de las condiciones de trabajo de la población dedicada al sector cafetero. En otro nuevo Artículo sobre Promoción se estableció un Comité de Promoción integrado por todos los Miembros de la Organización y se dispuso la posibilidad de que los Miembros y otras partes interesadas comprometiesen recursos. En otros dos nuevos Artículos se otorgó carácter oficial a la participación del sector privado cafetero en la labor de la Organización mediante la Junta Consultiva del Sector Privado y la celebración periódica de Conferencias Mundiales del Café, que servirían de punto de reunión para que representantes de alto nivel de los Gobiernos y del sector privado debatiesen asuntos de interés común.

Durante el Convenio de 2001 la OIC obtuvo US$45,2 millones en financiación para 20 proyectos y puso en práctica un Programa de Mejora de la Calidad del Café para mejorar la calidad de la oferta del café mundial. El Director Ejecutivo introdujo un informe mensual sobre el mercado de café para aumentar la transparencia del mercado y se publicó una Guía para promover el consumo de café que formó parte de un plan de acción para promover el consumo. Entre la publicación de la Guía en 2003 y el final del Convenio de 2001, se invirtieron en los países productores unos US$30 millones en programas de promoción, lo que quiere decir que se multiplicó por 80 la inversión inicial de US$287.000 del Fondo de Promoción de la OIC. La OIC también puso en marcha la Red CoffeeClub, una red de colaboración basada en Internet para promover el consumo de café, y apoyó dos programas destinados a que se disponga en el dominio público de información científica sobre el café bien documentada: el Programa Positively Coffee y el Programa de educación cafetera para las profesiones relacionadas con la salud.

En los seminarios y las reuniones de trabajo se abordaron temas tales como comercio equitativo, café modificado genéticamente, la plaga de la broca del fruto del café e indicaciones geográficas relativas al café. La Conferencia Mundial del Café se celebró en Brasil en 2005 y en Guatemala en 2010, y contó con la asistencia de más de 1.000 delegados. Se hicieron llegar a diversos foros internacionales documentos de políticas sobre la crisis cafetera de 2000 a 2004 encaminados a buscar soluciones a la crisis, y se debatieron a alto nivel en la mesa redonda que se organizó conjuntamente con el Banco Mundial. Dos antiguos Miembros (los Estados Unidos y Panamá) se reincorporaron a la OIC, con lo que los afiliados pasaron a ser 77, y aumentó la colaboración con otros organismos internacionales mediante memorandos de entendimiento firmados con el PNUMA, el CCI y la FAO.

En 2006 el Consejo estableció un Grupo de Trabajo, presidido por el Sr. Saint-Cyr Djikalou, de Côte d’Ivoire, para que examinase propuestas relativas al futuro del Acuerdo. El Consejo aprobó posteriormente, en septiembre de 2007, un nuevo Acuerdo Internacional del Café (el Acuerdo de 2007).

Acuerdo Internacional del Café  de 2007  

Los 77 países Miembros del Consejo Internacional del Café, reunidos en Londres, aprobaron el 28 de septiembre de 2007, el texto del Acuerdo Internacional del Café de 2007, que es el séptimo de los convenios cafeteros.  El Acuerdo fue oficialmente adoptado por el Consejo en virtud de la Resolución Número 431 y entró en vigor el 2 de febrero 2011.  El Acuerdo fortalecerá las funciones de la OIC como foro para consultas intergubernamentales, facilitará el comercio internacional mediante al aumento de la transparencia y del acceso a la pertinente información, y fomentará una economía cafetera sostenible en beneficio de todos los interesados y, en especial, de los pequeños caficultores en los países productores de café.  

El objetivo general del Acuerdo es fortalecer el sector cafetero mundial y promover su expansión sostenible en un entorno basado en el mercado para beneficio de todos los participantes en el sector.  Otros nuevos objetivos son:

  • alentar a los Miembros a que creen en el sector cafetero procedimientos apropiados en materia de inocuidad de los alimentos;
  • alentar a los Miembros a elaborar y poner en práctica estrategias para aumentar la capacidad de las comunidades locales y de los pequeños caficultores para beneficiarse de la producción de café; y
  • facilitar la disponibilidad de información acerca de instrumentos y servicios financieros.

En el Acuerdo se reconoce la contribución de un sector cafetero sostenible al logro de objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, con inclusión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en especial por lo que respecta a la erradicación de la pobreza.  Las nuevas disposiciones comprenden: 

  • Un Foro Consultivo sobre Financiación del Sector Cafetero, que facilitará las consultas sobre cuestiones de finanzas y de gestión del riesgo, dando particular importancia a las necesidades de los productores en pequeña y mediana escala;
  • Un nuevo Artículo sobre elaboración y financiación de proyectos;
  • Un nuevo Artículo sobre promoción y desarrollo del mercado mediante actividades que abarcan campañas de información, investigaciones, creación de capacidad y estudios relativos a la producción y el consumo de café;
  • Fortalecimiento de las actividades estadísticas, con inclusión de las estructuras de mercado, los mercados muy especializados y las tendencias emergentes, así como las cantidades y los precios del café en relación con factores tales como las diferentes zonas geográficas y la calidad;
  • Ampliación del alcance de los estudios, de manera que abarque la sostenibilidad, el café en relación con la salud, y oportunidades para la expansión de los mercados del café para usos tradicionales y para nuevos usos;
  • Posibilidad de que todas las decisiones y recomendaciones se acepten por consenso;
  • Si no se puede alcanzar consenso, se estipula un procedimiento de votación simplificado, con una mayoría distribuida que necesita el 70% de los votos de los Miembros de cada sector;
  • La CE es un Miembro único de la Organización y representa los intereses de sus Estados miembros.

En lugar de la Junta Ejecutiva, que se ha suprimido, prestarán asistencia al Consejo en sus tareas tres nuevos Comités:  el Comité de Proyectos, el Comité de Promoción y Desarrollo del Mercado y el Comité de Finanzas y Administración. 

 

El Acuerdo de  2007 tendrá una duración de diez años, y podrá ser prorrogado por ocho años más.  El 25 de enero de 2008 el Consejo aprobó la Resolución Número 436, en virtud de la cual se designa Depositario del Acuerdo Internacional del Café de 2007 a la Organización Internacional del Café.