Café sostenible

Desarrollo de una economía sostenible del café

Uno de los objetivos del Acuerdo Internacional del Café de 2007 es el de alentar a los Miembros a desarrollar un sector sostenible del café en términos económicos, sociales y ambientales. Este objetivo se refuerza con el Artículo 36, que hace referencia a los principios y objetivos de desarrollo sostenible que figuran en el Programa 21, adoptado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, y a los adoptados en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible.

La Organización está tratando de promover la toma de conciencia de la necesidad de lograr una economía sostenible del café haciendo que los participantes en el sector cafetero sean conscientes de la amenaza a la sostenibilidad que suponen para los productores las condiciones económicas negativas, y proponiendo medidas en esferas tales como la calidad, la promoción y la diversificación para mantener el equilibrio en el mercado mundial del café.

La Organización, reconociendo la excepcional importancia del café en las economías de muchos países que son en gran parte dependientes de este producto básico para la obtención de sus ingresos de exportación y el logro de sus metas de desarrollo económico y social, alienta también el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza en los países productores mediante proyectos cuyos principales beneficiarios son los países productores de café de África, Asia, Latinoamérica y la región del Pacífico.

Cuestiones ambientales y sociales

La contribución que hace el cultivo y el comercio de café a las cuestiones ambientales y sociales es positiva en grado sumo, ciertamente si se compara con la mayor parte de las demás actividades económicas. En el aspecto ambiental, el café es un arbusto de hoja perenne, por lo tanto un importante contribuyente al secuestro de carbono, y es eficaz en cuanto a estabilizar los suelos. Permite también la conservación de mucha de la biodiversidad original de las zonas en que se cultiva.

Uno de los principales problemas en algunas zonas es la contaminación del agua que se produce con el beneficio por vía húmeda. Para abordar esta cuestión, la Organización ayuda a los cultivadores de café en los países productores a usar tecnologías en el proceso de lavado que no dañen el medio ambiente mediante proyectos piloto en África y Latinoamérica.

Para asegurar la sostenibilidad, es de importancia decisiva que en la producción y el beneficio del café se tengan en cuenta las necesidades ambientales. Es también necesario que el ambiente económico aliente la estabilidad y un nivel de vida razonable para las poblaciones que tienen que ver con el café, y asegure el mantenimiento de la calidad. En términos prácticos, la OIC alienta la mejora de la calidad del café mediante proyectos dedicados a mejorar las prácticas de cultivo, beneficio, almacenamiento, transporte y comercialización. Alienta también las iniciativas encaminadas a fortalecer la capacidad regional en el terreno de la certificación y verificación del café, como por ejemplo mediante un proyecto en África Oriental en el que participan muchos países para crear un centro regional de certificación y un programa de divulgación para los productores.

El café también hace una contribución positiva en términos sociales, en cuanto que mantiene un empleo rural considerable y comunidades estables. Mejorar el nivel de vida de los productores de café, en especial de los caficultores en pequeña escala, es una prioridad para los Gobiernos, como se puso de relieve en la última Conferencia Mundial del Café. Entre las actividades de la OIC pertinentes a ese respecto destacan la creación de capacidad de las instituciones, la mejora del acceso al crédito y a mecanismos de gestión del riesgo, la reducción de la vulnerabilidad a la volatilidad de los ingresos y la promoción de la igualdad de género.

Cambio climático

Si bien la variabilidad climática ha sido siempre el principal factor responsable por las fluctuaciones del rendimiento del café en el mundo, se espera que el cambio climático producido por el calentamiento global cambie dónde y cómo se produzca café en el futuro. Se ha propuesto a los productores de café varias estrategias de adaptación y mitigación, en respuesta a los retos con que se enfrenta el sector. Entre las estrategias de adaptación a corto plazo figuran mejores prácticas de cultivo y mejor tratamiento posterior a la cosecha. Entre las estrategias a largo plazo figuran la creación de capacidad, la mejor vigilancia de datos climáticos, la mejora de la fertilidad de los suelos, la introducción o conservación de diferentes modelos de producción y el desarrollo de variedades resistentes a enfermedades y sequías. En casos más extremos, la solución podría ser diversificar y dejar el cultivo de café o trasladar la producción a zonas más idóneas. Entre las estrategias de mitigación figuran calcular y reducir las emisiones de gases de invernadero en las fincas y facilitar la creación de sumideros de carbono.

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