El interés cada vez mayor de las autoridades europeas de reglamentación en el problema de la contaminación del café por OTA hizo reaccionar a las diversas partes interesadas del mercado internacional del café. La Industria europea del café inició en 1997 un estudio piloto de la presencia de OTA en el café, así como un programa de supervisión de las importaciones de café verde en Europa. Los gobiernos de los países productores de café promovieron la elaboración de un proyecto para fortalecer su capacidad para reducir la contaminación del café por OTA. Este proyecto, denominado "Mejoramiento de la calidad del café mediante la prevención de la formación de mohos", se formuló con la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional del Café (OIC [www]) y la industria europea del café [www]. Financiaron el proyecto el Fondo Común para los Productos Básicos [www] y el Gobierno de los Países Bajos [www]. El proyecto comenzó a ejecutarse casi a fines de 2000.

La presencia muy localizada de micotoxinas en el café y el costo de un muestreo y análisis adecuados del café verde son dos desventajas para los programas de prevención de la OTA basados en la determinación y eliminación de los lotes contaminados de café. Se reconoce internacionalmente que el enfoque de toda actividad encaminada a reducir la contaminación del café por OTA debe constar de la aplicación de buenas prácticas de higiene a lo largo de toda la cadena del café, con el objetivo de evitar la formación de OTA. En consecuencia, el proyecto de la FAO, el FCPB y la OIC hace el debido énfasis en la capacitación en buenas prácticas de higiene para todas las partes interesadas. Sin embargo, todo programa serio para prevenir la formación de OTA debe contener programas adecuados de seguimiento y supervisión. De esta manera, el proyecto también proporciona creación de capacidad en supervisión y análisis de la OTA en el café [xref].

Los países productores de café siguen comprometidos con la promoción de mejores prácticas en la cadena del café, pero existen varios factores que complican esta tarea, por ejemplo:

• Los nuevos sistemas de comercialización del café surgidos a raíz de la liberalización del mercado en numerosos países productores. En esta situación nueva y en evolución, las instituciones del gobierno de muchos países afrontan dificultades para establecer un entorno normativo adecuado que facilite la autoreglamentación de la calidad y la inocuidad entre los operadores económicos de la cadena de comercialización;
• Existe una demanda internacional de café de baja calidad, lo que hace más difícil insistir en la aplicación de buenas prácticas entre los productores y los comerciantes;
• La caída de los precios en el mercado internacional del café se traduce en que a menudo los agricultores están menos motivados para dedicar más tiempo y más recursos a la manipulación de su café;
• La disminución de los ingresos nacionales del café conduce a la reducción de los recursos humanos y económicos disponibles en las instituciones del café de los países productores que, de esta manera, no pueden proporcionar el apoyo técnico necesario.
  

Todas las partes interesadas del sector del café, nacional e internacional, tienen una función que desempeñar en la eliminación de las limitaciones para mejorar las prácticas de higiene en toda la cadena de comercialización del café.